Bismillahi
Rahmani Rahim
Rahmat y
Barakat están lloviendo desde los cielos para quienes busquen recibir. Si un
hombre no está haciendo ninguna diferencia, entonces no las va a ver. Seguirá
estando en su propio mundo, con sus propios problemas y miserias hasta que le
llegue el final.
Allah-swt-
no nos ha creado para ponernos en esa situación. Él no nos pone allí. Nosotros
nos ponemos a nosotros mismos porque nos estamos desviando de nuestra razón de
ser. Nos estamos desviando del sentido que Allah nos ha dado al crearnos.
Estamos corriendo hacia este mundo y el mundo se está alejando de nosotros.
Entonces la paz se aleja volando. No habrá paz y la preocupación se impondrá.
La preocupación entrará al corazón. Cuando la preocupación entra al corazón de
un creyente, y la preocupación no es la preocupación de Ajirat sino que es por
dunya, entonces la tristeza, el dolor y todos los demás problemas llegan junto
a eso.
Si un hombre
no se interesa demasiado por este dunya, entonces tiene muy pocos problemas.
Cuanto más te preocupas, cuanto más estás corriendo y cuanto más estás
intentando hacer lo mejor por este mundo, te estás dividiendo a ti mismo. En un
corazón debe estar el amor de Allah-swt-, el amor de Sus amados y el amor de
Ajirat. Dunya está aquí. Estamos en él. Si te pertenece o no te pertenece, está
a tu alrededor. Allah le ha prometido al hombre que le va a enviar lo que le
sea necesario para vivir. Y Él lo está enviando. Estamos observando el mundo
entero. Todos están obteniendo algo, incluso si ellos son incrédulos. Ellos
(los incrédulos) tienen las mejores cosas porque Allah nos ha prometido
diciéndonos: "En tanto vivan en este mundo, les voy a enviar, les voy a
proveer a ustedes y a ellos". Pero cuanto más vayan a obtener, si no
tienen el amor de Allah y el amor de Ajirat en sus corazones, obtendrán aún más
problemas. Y esto es lo que sucede debido a que Allah no le da ningún valor a
este mundo. Si un sirviente le está dando el mayor valor a este mundo y no le
está dando ningún valor a su Señor, entonces es imposible que ese sirviente
tenga paz o encuentre paz. No sólo en la cima del edificio del Empire State
sino en cualquier lugar que pienses sea el mejor, palacios o lo que sea que
pienses, puedes ir allí y vas a encontrar que por un día o dos días estarás
admirando esa belleza mundana; y entonces, dos días después, la tristeza
nuevamente entrará al corazón.
Así que el
problema está aquí (el Sheykh señala el
corazón), en el interior, en el corazón. El hombre se debe concentrar y el
hombre debe dar su corazón a su Señor. El hombre primero debe limpiar su
corazón para ser capaz de decir: "Oh mi Señor, he limpiado el corazón y el
trono está esperando por ti. El trono de mi corazón está esperando por
ti". Entonces encontrarás que la paz entra a tu corazón. De lo contrario
no hay paz para ti. Ningún hombre en este mundo nunca la ha conseguido, y
ninguno será capaz de hacerlo (de otra manera) hasta el Ultimo Día. Y la mayor
parte del tiempo, luego del Ultimo Día, luego del Día del Juicio, habrá más
problemas para quienes permanentemente piensan y se preocupan por lo mundano.
Te puedes esconder de la gente, pero no te puedes esconder de Allah, y no te
puedes esconder de quienes tienen visión y están mirando.
Así que lo
más importante es concentrase en el corazón para intentar quitar cualquier cosa
que esté ocupando ese corazón. Si es lo mundano, entonces, quitarlo. Si es
cualquier otra cosa, entonces, quitarla. En primer lugar el corazón es para
Allah, luego Su Profeta (asws) y luego aquellos que Allah y Su Profeta (asws)
aman. Entonces, lentamente, puedes tener otros espacios. Eso se abre porque
todos ellos que estás poniendo en el corazón están mirando hacia Allah. Nada más.
Si estás poniendo al Profeta (asws) en el corazón, el Profeta (asws) está
mirando a Allah-swt-. Si estás poniendo a tu Sheykh, él está mirando a
Allah-swt-. Todos ellos están mirando a Allah. Así que en realidad es Allah
quien está en el corazón. Por eso es que se ha dicho de ellos: "Si los
ves, entonces recuerdas a Allah". Ellos te recuerdan a Allah porque ellos
están con Allah.
El amor te
llega desde ellos, nos llega, y entra en nuestros corazones. Tú tienes que
saber qué hacer con ese amor. Si sabes qué hacer con ese amor, entonces
lentamente te puedes acostumbrar a él y puedes sentir familiaridad ya que los
Waliullah, los sirvientes de Allah, los buenos sirvientes de Allah descienden
al nivel de la gente muy simple para crear familiaridad con ellos y poder
acercarse a ellos y poder enviarles (ese amor). Pero tenemos que saber. Tenemos
que saber para poner las barricadas, sin pasar más allá de tus limitaciones, ya
que después de un tiempo, algo después, Sheytán llega susurrando a tu corazón y
puede que luego digas: "Él (el Sheykh) no sabe demasiado. Es tan sólo como
yo". Si dices eso entonces el amor que tienes se ha perdido. Lo estás
diciendo pero no está allí. Si eso se marcha entonces lentamente todo lo demás
desaparece.
Tantos están
diciendo "Yo amo a Allah". ¿Dónde está la señal? Es fácil decir que
amas a Allah. "¡Diles!", Allah le dice a Su bendito Profeta (asws),
"Diles, Ya Muhammad, que si aman a Allah entonces deben seguirte. Ellos
deben amarte y seguirte". Esa es la señal. Allah dice: "Si ellos
dicen que aman a Allah, entonces deben amarte y deben seguirte. Ellos deben
seguir tus órdenes. Deben intentar vivir como tú. Deben intentar vivir del modo
que les estás mostrando". Allah está poniendo allí una escala para probar
nuestro amor.
-Hz Sahib us Sayf Sheykh Abdul Kerim Effendi (qs)
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