Ramadán, mes de serenidad y pureza

Bismillahi Rahmani Rahim

Ghaus-ul-Azam Sayed Abdul Qadir Jilani (qs) está diciendo: “El mes de Ramadán es el mes de la serenidad y la pureza, el mes del cumplimiento y la fidelidad, de la obediencia. Es el mes de quienes practican el dhikr de su Señor. El mes de quienes son pacientes. El mes de quienes son honestos y sinceros”. Así que si no produce efecto, si Ramadán no produce el efecto de mejorar tu corazón, si no hace que dejes de actuar con rebeldía hacia tu Señor, y no te hace a evitar la compañía de los alborotadores y criminales, ¿qué más puede ejercer una influencia positiva en tu corazón? ¿Qué bondad puedes esperar para un caso como el tuyo? ¿Qué cualidad redentora puede sobrevivir en alguien como tú? ¿Qué resultado exitoso se puede esperar de una persona como tú?

Que Allah –swt- nos permita ser de quienes están cumpliendo este mes con recuerdo y siendo agradecidos con nuestro Señor y ocupándonos en ser mejores siervos.


-Sheykh Lokman Effendi Hz.

Leylatul Bera'at: Corre para alcanzar la Misericordia de Allah-swt-


Sohbet dado por Sheykh Lokman Hoja Effendi - OSMANLI DERGAHI, New York, 9 Shaban 1438 - 5 de mayo, 2017

Auzu billahi minash shaytanir rajim Bismillahir rahmanir Rahim. Destur, medet Ya SahibulSaif Sheykh Abdul Kerim Effendi Hz. Nawaitul arbain, Nawaitul khalwa, nawaitul uzla, nawaitu suluk, Hasbinallah Ve Nimel Vekil wa  La hawla wa la quwwata illa billahil aliyyil adzim.

SelamAleykum warahmatullahi wabarakatu. Selamun Qaulam mir RabbiRahim. Salams desde tu Señor, el Más Compasivo. El objetivo del creyente debería ser ese, recibir los salams de su Señor. Cuando nuestro Señor nos da salams, enviándonos paz, enviándonos seguridad, enviándonos bendiciones, ¿qué más necesitas? ¿Qué más hay? Deberíamos concentrarnos en eso: en la complacencia de nuestro Señor, y que nuestro Señor nos envíe salams. ¿Puede ser? Por supuesto que sí. Esa es un ayatul Karima. Esa es un ayat de Suratul Yasin, de la que esperamos que en el Día del Juicio, Allah nos diga: "Salamun qaulam mir Rabbi Rahim". Salam, paz, una palabra de tu Señor, el más Compasivo. Tan sólo una palabra. Una palabra, pero en la que está todo. Ya que en eso, es Islam.

Nos estamos moviendo hacia la noche de Bera'at. Los que tienen salam, los que tienen paz, son los únicos que pueden dar paz. Te das cuenta cómo algunas personas no pueden dar paz. Ellos solo pueden dar, digamos, confusión, o ira, o frustración. No pueden dar paz. Estamos viendo, tal vez ellos hacen mucha adoración, hacen mucho ayuno, hacen tantas cosas, pero no hay paz. No hay paz. ¿Por qué es eso? ¿Por qué una persona que está intentando ser un buen siervo de Allah-swt- no está obteniendo paz? La intención debe ser incorrecta. La intención no está allí. La intención no es hacerlo por la causa de Allah. La intención tan sólo es nuevamente ahora usar la religión solamente para satisfacer tu ego y tus deseos. Ya que el que siempre está pidiendo por la paz de Allah y la complacencia de Allah, ese está entre la esperanza y el temor. Está entre la esperanza y está entre el temor. Ese es su entendimiento: "No sé si mi Señor estará feliz con el trabajo que he hecho hoy día. Yo tengo la esperanza, pero temo que Él no lo esté". Está satisfecho con su Señor, está satisfecho con todo lo que llega, pero no está satisfecho con el trabajo que está haciendo. Así que se exige más a sí mismo. Hace su hoy mejor que ayer. Hace su mañana mejor que hoy, porque está entre la esperanza y el temor. Y siempre se exige a sí mismo para decir: "Incluso se puedo hacer algo bien, se debe a las bendiciones de mi Señor. Puedo hacer algo mejor". "Ah, hoy he fallado en esto, esto y esto. Voy a correr para pedir el perdón de mi Señor, y ahora voy a correr para hacer algo bueno". Este definitivamente está lleno de esperanza. Y el temor que llega no es a causa de que tema de que Allah lo vaya a castigar demasiado. Él teme hacer que Allah esté infeliz con él.

Ahora con esto, él empieza a entender la relación entre el Habib y el mahbub, el amado y el objeto de su amor. Porque ahora decimos que el Tasawwuf, por supuesto, es un asunto de amor, pero ellos realmente no hablan de eso.

Es una certidumbre en tu amor, pero es incierto porque el corazón de quien está enamorado es incierto. Pero esa incertidumbre es para hacer que esa certidumbre se vuelva incluso mejor. No es duda. No es ninguna negatividad. Es decir: "He alcanzado este nivel de incertidumbre; debo llegar a otro nivel de certidumbre. Debo hacerlo. Esto no es suficiente. Este nivel, no es suficiente. Debo llegar a otro nivel. Debo correr para servir". Como lo dice nuestro Sheykh, lo dice el bendito Profeta (asws), para el creyente su hoy debe ser mejor que ayer y su mañana tiene que ser mejor que hoy. Estamos haciendo, y somos felices. Alhamdulillah. Pero debemos correr para hacerlo mejor. Eso se logra con sinceridad. Eso se logra observando, sí, no sólo las malas acciones que has hecho, sino observando nuestras buenas acciones y diciendo: Puedo hacerlo mejor. Mi Señor me ha demostrado tanta misericordia que me está haciendo simple, fácil la adoración, digamos, toda la noche, pero muy en el interior sé que puedo hacerlo mejor, que no es tan bueno y tan limpio como puede ser. ¿Qué pasa cuando tienes este tipo de pensamiento? El orgullo no entrará en tu corazón, la arrogancia no entrará en tu corazón porque sabes por ti mismo: "Todo lo que he estado haciendo aún no es bueno, realmente, y es aceptable solamente gracias a la misericordia de Allah".

Nosotros rezamos, especialmente en el camino Naksibendi, rezamos. Pero luego de cada oración no decimos 'alhamdulillah', decimos 'astaghfirullah'. Astaghfirullah. Decimos astaghfirullah, como lo dice Sheykh Effendi en la Jutbah, por los errores que hemos cometido en el interior de la oración. Así que, cuando el siervo siempre está corriendo para hacerlo mejor, ¿cómo piensas que lo tratara el Señor que es el más Misericordioso, el más Amable, el más Compasivo? Ya que si todo el objetivo es hacer que tu Señor esté más complacido contigo, ¿qué acción ahora complace más a tu Señor? Digamos que tienes un hijo, él hace algo bueno, tú estás contento. Y tienes otro hijo, él hace algo, no es tan bueno, pero ves que se exige a sí mismo, y que en realidad no puede hacerlo tan bien como el otro. El otro lo hace bien, se siente muy feliz, muy orgulloso, muy satisfecho, se sienta en algún lado. Pero este, él llora porque no puede hacerlo tan bien y lo intenta otra vez. Aun así no puede hacerlo tan bien. Lo intenta otra vez. Intentándolo otra vez, otra vez, nunca para porque está corriendo para complacerte. ¿A cuál piensas que tu corazón amará más? Ese tal vez no puede acercarse al que hizo las cosas perfectamente, pero ves que lo intenta muy duramente.

Allah-swt- no nos demanda perfección. Ni siquiera dice: "Sean Salihin". Él dice: "Permanezcan con los Salihin". Inténtalo. Dice: "Tú das un paso hacia Mí, Yo daré diez pasos hacia ti". ¿Qué hay acerca del que intenta volar hacia Él, cayendo, volando, cayendo? Por eso es que Sheykh Effendi dice que Allah-swt- ama a ese siervo que se levanta a mitad de la noche, luchando contra su sueño, recitando, cayendo (dormitando), luchando contra su nafs (ego), lo ama más que a ese que adora toda una noche entera pero que no lucha contra nada. Todo el objetivo es luchar. Tantas veces veo a Sheykh Effendi que en realidad no está molesto de que la gente esté durmiendo, sino de que ni siquiera intenten mantenerse despiertos. Ya que Allah sabe lo débiles siervos que somos. Allah sabe qué clase de criaturas ha creado. Pero Él dice: "Mira, con toda tu debilidad te estoy enviando tantos caminos de Mi Misericordia. Alcánzalos, encontrarás algo de fuerza y encontrarás Mi Misericordia". Pero cuando lo rechazamos, y decimos que no lo necesitamos, nos volvemos inútiles. No puede hacerlo tan bien como el otro niño y dice: "¡Ah! ¿Y qué? No me importa. Yo nunca podrá hacerlo bien. ¡Me rindo!".

Porque, otra vez, todo el asunto es que no puedes alcanzar la perfección. Allah es el Creador. Allah es perfecto y Él es el creador de la perfección. Pero cuando intentamos, cuando nos exigimos a nosotros mismos, trabajando contra nuestra propia debilidad, trabajando contra nuestro propio nafs, especialmente en días y noches sagrados, Allah es el más Misericordioso. Y cuando también estás en esa posición entiendes tantas cosas acerca de ti mismo y de tu propia debilidad, ¿cómo entonces puedes ser cruel con los demás? ¿Cómo puedes no perdonar a los demás? Ya que en ese momento entiendes lo difícil que es. ¿Cómo empiezas a pelear con los demás? ¿No tendrás más misericordia diciendo: "Yo sé cómo te sientes porque lo he atravesado por mí mismo; no es tan fácil"? Vas a ayudar. No te vas a sentar, no vas a juzgar. No vas a pelear.

En este mes sagrado, lo único contra lo que vamos a pelear es nuestro ego. No se peleen entre ustedes. Insha'Allah. Sean más sinceros en lo que hacen. No pueden hacer demasiado, pero sean más sinceros en lo que hacen. Pidan sinceramente por el perdón de Allah. Con ese perdón llega todo.

Que Allah me perdone y los bendiga, insha'Allah. Que pasemos los siguientes días llegando a la noche de Bera'at con más entendimiento, con más inteligencia, con más fe y con más modestia. Que Allah me perdone y los bendiga. Que Allah eleve la estación de nuestro Grandsheykh y de nuestro Sheykh, Insha'Allah, y de todos aquellos que los siguen. Al Fatiha. Amin. Salam aleykum.

15 Shaban: Laylat-ul Bera’at


Bismillahi Rahmani Rahim

Shaban es el mes del Sagrado Profeta (asws). Otra Rahmat (Misericordia), gran Rahmat, está descendiendo.

Insha’Allah, en el transcurso de este mes, si ponemos la intención de cambiarnos a nosotros mismos y nuestro comportamiento, entonces podremos entrar con fuerzas a Ramadán, y en el transcurso del tiempo de Ramadán podremos atrapar a nuestro ego.

Pero debemos ser cuidadosos. Shaban tiene la noche de Bera’at, la Noche del Cálculo, en la que todo lo que hiciste el año pasado hasta este año va a ser calculado y llevado a la presencia del Señor Allah-swt-.

“Mi destino, no puedo cambiar mi destino.”

Claro que puedes. Puedes cambiarlo de esta manera. Cuando el cálamo escribe, no cambia. Pero el cálamo escribe de la forma en que te mueves, de la manera en que hablas, de la manera en que llevas a cabo tus acciones. El Cálamo lo escribe todo. Escribe las 24 horas. Desde el lado derecho y el lado izquierdo los ángeles lo ponen todo en cuenta y están observando desde el último Shaban hasta este Shaban, noche de Bera’at, último 15 de Shaban y este Shaban, ¿cómo se está movilizando este siervo de Allah?

¿Está intentando moverse hacia Allah, o está intentando moverse hacia dunya?

¿Cuánto intento en el camino hacia Allah?

¿Cuánto intento en el camino hacia dunya?

Todo llega para ser calculado. Y está llegando a la presencia de Allah.

Allah pregunta: “¿Qué está haciendo mi siervo?”

Los Ángeles dirán: “Ya Rabbi, Tú sabes, te es conocido, él intentó lo mejor en Tu camino, pero debido a su año previo tantos obstáculos tuvo frente a él que le fue imposible continuar.”

Allah pregunta: “¿Y qué hizo?”

Los Ángeles contestan: “Ha dicho: ‘No me importa’.”

La gente ignorante, arrogante y testaruda del siglo 21 dice: “No me importa”. 

Debería importante. Ellos harán que te importe. Allah no está jugando juegos. Te será de importancia.

Y Allah pregunta: “¿Mi siervo espera pacientemente, se esfuerza pacientemente intentando encontrar el camino correcto y alejarse de los problemas de dunya?”

“Así es, Ya Rabbi.”

“Ahora háganlo fácil para él. Denle una apertura.”

Verás que ese año entrarás a un mundo mejor.

“¿Qué está haciendo mi siervo?”

“Él estaba en el camino correcto, estaba sobre el rumbo correcto. Estaba con las personas correctas, sin embargo aún sigue a su ego. No obtuvo ningún placer (espiritual) ni Rahmat porque estuvo en problemas y aun así intentó encontrar caminos por dunya. Él estuvo entre los demás, no por Allah, sino porque no tuvo otra posibilidad.”

“Bien, ábranle un camino para dunya”, y verás que ahora no lo puedes cambiar.

El año siguiente, lo que Él ha preparado para ti, estará en tu mano.

Tienes quince días. Quince de Shaban, para sentarte y comprender, para calcular, para colocar tus acciones, tus pensamientos, todo frente a ti. De las buenas cosas que has hecho tienes que entender, mirarlas y decir: “¿Por qué hice estas cosas buenas? ¿Fue por la Causa de Allah, o fue de alguna manera para mi ganancia personal?”

Verifícalo correctamente. No le tienes que decir nada a nadie. No tienes que mentir ni engañar. No te mientas a ti mismo. Siéntate, calcula, comprende, profundiza y dite a ti mismo: “Así es. Esto lo hice por la Causa de Allah. Esto lo hice por mi propio ego.”

No te mientas a ti mismo. No le vas a rendir cuentas a nadie. Ríndetelas a ti mismo. Comprende, siéntate a un lado y di: “Astaghfirullah, Ya Rabbi, soy un siervo débil. Sé que no lo he hecho por Ti, por Tu Causa. Ya que si lo hubiese hecho, hoy no tendría que estar en estos problemas.”

Todo lo que hagas por la Causa de Allah, definitivamente (si lo haces) no estarás en problemas. Definitivamente el año siguiente, cada año, te traerá situaciones mejores. Cada año tiene que traerte algo mejor.

Aún tenemos algunos días, insha’Allah ar-Rahman. Los creyentes inteligentes deben sentarse y preguntar.


Wa min Allahu Taufiq.

-Sahib us Sayf  Sheykh Abdul Kerim Effendi Hz (qs)